Esta casa fue construida originalmente en los 70’s bajo la influencia de la corriente llamada Colonial Mexicano que trataba de generar una atmósfera con reminiscencias de la arquitectura mexicana de los Siglos XVII y XVIII, utilizando ventanas verticales, cerramientos y viguería de madera no estructural, así como muros sin aplanados, resaltando la textura del ladrillo y combinando elementos artesanales.
            
La casa generaba una atmósfera nostálgica bastante bien lograda pero se asemejaba más a una escenografía de teatro que a una obra de arquitectura. Reconocimos que la casa contenía espacios en donde las proporciones, texturas y alturas, eran de una expresión mística y cálida.
          
Al tomar el reto de remodelar y reconstruir la casa, tomamos la decisión de eliminar al máximo todos aquellos materiales que no tuvieran una razón estructural o funcional. Al eliminar todo aquello que consideramos superfluo nos encontramos con un cascaron sumamente expresivo el cual tratamos de conservar.
         
La casa tiene dos principales intervenciones: una es utilizar la azotea que tenía una impresionante relación al bosque adyacente y a su vez era el mejor espacio de la casa, en donde no existía construcción.  El otro espacio importante fue el demoler el espacio de la sala y comedor para generar un vacío que comunicara el espacio superior con el inferior.
          
Para poder techar la superficie de la azotea mencionada se decidió utilizar unas columnas cilíndricas muy ligeras reforzando la estructura original, lo que nos permitía sostener una gran cubierta ligera de madera sobre estas agujas.
         
El concepto pretende generar en su superficie un volumen totalmente transparente sobre la construcción inicial y hermanar de ambas construcciones los rasgos originales a los contemporáneos.