CASA LUCKE OROZCO


compartir

PROYECTO

HERNÁNDEZ SILVA ARQ. ASOC.
ARQ. JORGE LUIS HERNÁNDEZ SILVA

CONSTRUCCIÓN

BUCOMSA

COLABORADORES

ARQ. DIANA QUIROZ CHÁVEZ
ARQ. NATALIA CASTRO
ARQ. GUILLERMO BASSO
ARQ. MARIANA DÍAZ
ARQ. ALEJANDRO APONTE GÓMEZ
ARQ. VICTOR H. VALVERDE HERNÁNDEZ
ARQ. OCTAVIO MEDINA CAMPUZANO

UBICACIÓN

GUADALAJARA, JALISCO, MÉXICO

FECHA DE PROYECTO

2006


FECHA DE OBRA

2006-2008

ÁREA CONSTRUIDA

682 m2

CÁLCULO ESTRUCTURAL

ING. FERNANDO GUIZAR

FOTOGRAFÍA

CARLOS DÍAZ CORONA

La casa está ubicada en una de las viejas colonias residenciales, es casi la única zona escarpada de la ciudad que es mayoritariamente un llano, el terreno emplazado en la zona elevada de la colonia, permite recibir bien los vientos y logra una buena vista desde el segundo nivel al norponiente de la ciudad. El terreno de forma irregular genera una esquina afilada y rodeada de las frondas de los árboles ubicados en la banqueta.
          
El esquema está definido en dos escuadras bastante evidentes en perspectiva donde una recibe el frente y la otra abraza el jardín. La unión de ambas genera un vacío que remata en el corazón de la casa con un gran arrayán interno.
        
La casa se diseñó con espacios altos, generosos y continuos, no hay obstáculos en la vista; la estructura de la casa fue forjada en trabes altas que confinan los espacios sin apoyos y que permiten la continuidad de la vista hasta el fondo del terreno.
         
En el recorrido se entretejen los jardines que acompañan al visitante durante todo su trayecto; el primero es un grande invernadero: un espacio alto, generoso y transparente que envuelve una jardinera alargada de vegetación exuberante que sube hasta los 30 pies de altura y que genera una atmósfera fresca y tranquila.
        
Para lograr un concepto formal potente, el uso de los materiales es casi uniforme en los espacios. La madera se extiende desde el piso, muros y puerta, el piso cerámico de perfecto acabado cubre toda la superficie interior. Los volúmenes que sobresalen del espacio son poderosos y bien definidos: la chimenea en concreto aparente da la fuerza al ya gran espacio de la estancia y el gran muro colgante que separa la zona de servicio y se funde como un elemento que convive como parte del espacio.
         
Guadalajara tiene un clima extraordinario, aunque haga un poco de calor, sus terrazas son apacibles casi todo el año, la vegetación es exuberante siempre en los jardines, por lo que la casa en su área social se abre como una gran terraza, se guardan sus ventanales y se integran el exterior y el interior como uno solo.
         
La casa es celosa de su intimidad; deja una doble circulación para que las circulaciones privadas fluyan libremente, aún para el personal de servicio.
         
Se diseñó una celosía al poniente sobre el segundo piso, lo que permite librar los rayos horizontales del sol y permite intimidad y vista a la vez. Dicha celosía fue forjada en líneas de dos piezas previamente esmaltadas en pintura automotiva, las cuales se unen en forma de caja para no permitir el acceso de agua y son suspendidas de la cubierta.
          
Podríamos resumir que la casa nace de dos escuadras que al unirse forman un volumen monolítico, conciso y dinámico, en donde se perciben las características del sitio y donde se emplazan siempre con transparencia y profundidad los recorridos del espacio.